[Reseña] Ys I: Ancient Ys Vanished Omen

Tenía ganas de ponerme con la saga Ys, así que cuando anunciaron el lanzamiento de Ys: The Oath in Felghana en Steam creí que era el juego y momento propicio para hacerlo. Sin embargo una recomendación hizo replantearme mi decisión y empezar por el principio, por el primer Ys.

Ys es un juego de la compañía Nihon Falcom que salió originalmente en 1987 para un ordenador japonés, el NEC PC-8801. Se han hecho muchas versiones y remakes de este juego, que suele venderse junto con su segunda parte, Ys II, y de todos ellos, seguramente los de PSP, Ys I & II Chronicles, sean los más accesibles a día de hoy. Lamentablemente no poseo una PSP ahora mismo, así que decidí jugar a Ys I & II Complete, que también son remakes de los dos primeros juegos, pero en este caso para PC, y que salieron al mercado en el año 2001. Por lo que he visto, las versiones de PSP parecen están hechas a partir de estos juegos. Por desgracia estos remakes para PC no salieron de Japón, pero existe una traducción hecha por fans que me ha permitido acabar el primero sin problemas.

Ys I nos pone en la piel de Adol Christin, un aventurero que decide poner rumbo a la isla de Esteria, que ha quedado aislada del resto del mundo debido a una misteriosa barrera que ha aparecido a su alrededor. Adol naufraga en su viaje, pero acaba llegando a una playa de Esteria en la que es rescatado por los habitantes de un pueblo cercano. Una vez que Adol recupera sus fuerzas decide (o decidimos) investigar lo que se oculta tras la barrera que repentinamente ha incomunicado Esteria. En su aventura descubrirá datos del antaño conocido reino de Ys.

Genial intro que transmite una gran sensación de aventura.

A la hora de jugar, Ys I es lo que se suele denominar un Action RPG, un juego en el que mejoras a tu personaje subiéndolo de nivel pero con batallas en tiempo real. Tenemos un mundo, Esteria, que debemos explorar, hablar con los habitantes de sus pueblos y entrar en las mazmorras para acabar con los malos. La isla de Esteria es bastante pequeña, pero aún así me ha sorprendido la cantidad de pueblos que hay, uno de ellos bastante grande. Las mazmorras también me han parecido bastante grandes y bien diseñadas para la época, especialmente la zona final, que me resultó impresionante.

Las batallas son uno de los elementos más curiosos de este juego. En Ys I no hay botón de atacar, atacamos simplemente acercando nuestro personaje a los enemigos. Enemigos que nos harán algo de daño si les atacamos de frente, pero que estarán totalmente indefensos si lo hacemos por los lados o su espalda. A pesar de que se echa en falta algo más de profundidad en este aspecto, lo cierto es que el control funciona bien y hace de Ys I un juego agradable de jugar.

El tema de la experiencia y subida de niveles está muy mal llevado. No sólo hay pocos niveles, dándose la ridícula situación de que a mitad del juego hemos llegado ya al limite de experiencia, sino que en esa parte del juego en la que subimos de nivel la dificultad resulta inexistente. Y esto es porque Ys I tiene sin lugar a dudas la diferencia de niveles más descompensada de todos los juegos que he jugado hasta ahora. Un nivel de diferencia en este juego puede suponer que los golpes de un enemigo que nos masacraba sin piedad se vuelvan más débiles que los tímidos arañazos de un gatito. Como decía antes, la dificultad en esta parte del juego no existe. O tienes el nivel necesario y el juego es un paseo, o no lo tienes y resulta imposible a avanzar. 

Recuerdo mis primeros momentos con el juego, en los que dediqué unos minutos a subir niveles. Me sentía como un Dios con mi nivel 3, los enemigos no me hacían ni cosquillas. Y habiendo descubierto que simplemente con dejar quieto a Adol éste recuperaba vida no había nada que temer. Avancé un poco más y apareció un boss que no sólo me hacía una cantidad considerable de daño, sino que me hizo descubrir que en las mazmorras la vida de Adol no se recuperaba al quedarse quieto. Una hora a la basura. En ese momento aprendí una valiosa lección, debía salvar la partida a menudo. Ah, el boss mordió el polvo en cuanto subí un nivel, por supuesto.

Precisamente algo que antes catalogaba como fallo, el hecho de que a la mitad del juego ya llegues al nivel máximo, acaba siendo algo bueno, ya que a partir de ahí no se dan esas situaciones absurdas y se disfruta más del juego. De todas formas, Ys I es un juego bastante corto y sencillo, así que aún con estos problemas se avanza de una manera bastante ágil y es complicado quedarse atascado. Aunque hay que decir que el juego cuenta con distintos niveles de dificultad, así que quien quiera grandes retos también puede encontrarlos en este Ys.

En Ys I también podemos conseguir distintos objetos y equipamiento. Me ha sorprendido la cantidad de objetos distintos que se pueden encontrar, algunos de ellos incluso opcionales. Si os digo que me he dejado más de uno... En cuanto a equipamiento, tenemos armas, armaduras, escudos y anillos con distintos efectos. El detalle negativo en este aspecto es que por alguna razón, en las batallas contra los bosses no se permite acceder a los menús de equipamiento y objetos, lo cual impide que podamos usar pociones para recuperar vida (y eso que sólo se puede llevar una, tampoco es que se fuese a abusar) ni cambiar de equipamiento, lo cual resulta bastante absurdo ya que hay algún boss con el que es necesario ir equipado con unas piezas de equipamiento CONCRETAS para tener alguna opción de éxito. Así que si no vas con ellas equipadas (que es lo más normal), sólo te queda morir y cambiar de equipamiento después de cargar partida.

Como podéis ver en las capturas, la vista, como en la mayoría de juegos de este tipo hasta la llegada de las 32 bits, es aérea. He de decir que los gráficos de este remake, sin ser la panacea, me han parecido bastante bonitos. Algo que me parece mas destacable es el apartado sonoro, ya que no sólo las piezas compuestas por Yuzo Koshiro y Mieko Ishikawa son fantásticas, sino que hay una gran cantidad de ellas. Esto me ha sorprendido mucho ya que como dije antes el mundo del juego es bastante pequeño, y en esa época no era lo más normal que se currasen una música específica para cada zona.

 

Ejemplo de temazo.

Concluyendo, Ys I es un juego que me ha gustado mucho. Es cortito, pero lo que tiene está cuidado. Tiene una jugabilidad simple que lo hace divertido, una gran música y bastantes detalles que le dan personalidad propia. Se podría decir que es un juego con encanto, encanto que te transmite desde que ves su fantástica intro. Tiene fallos, pero se superan con facilidad y al final los elementos positivos del juego se imponen sobre los negativos.

Ya sabéis como soy, que me encanta tener en mi estantería los juegos que me han gustado, así que cuando vuelva a hacerme con una PSP sin duda buscaré la manera de comprar Ys I & II Chronicles. Bueno, realmente lo que me gustaría conseguir es la edición de coleccionista de Ys I & II Complete, que es una absoluta pasada, pero lo veo complicado...