23 de abril de 2023

Análisis de Bloodstained: Curse of the Moon


Akumajo Dracula o como es más conocida esta franquicia de Konami, Castlevania, es una de las series de videojuegos clásicas más reputadas. En la época en la que el 2D dominaba, estos juegos supieron capturar a la audiencia con su adictiva jugabilidad, fantástica música y una ambientación llena de fantasía fantasmagórica. Más tarde supo reinventarse y añadir exploración a su estilo, lo que le sentó fenomenal. Así, los juegos ganaban en duración y profundidad. Con el 3D abriéndose paso de manera imparable en el mercado del videojuego, era inevitable que esta saga probase suerte también con enfoques tridimensionales. Los resultados fueron diversos, con algunas entregas más divertidas que otras pero en general lejos de la excelencia de sus contrapartidas pixeladas. Poco a poco la llama de Castlevania fue apagándose junto con el de resto de las franquicias de Konami, poco interesada en seguir con su legado. Por suerte, otros juegos surgidos fuera de la compañía japonesa han proseguido con la idea que plasmó Castlevania. Hoy toca hablar de un juego que tiene en su concepción mucho en común con la saga de Konami.



En el año 2015 Koji Igarashi, el que años atrás había sido productor de Castlevania, presentó en Kickstarter Bloodstained: Ritual of the Night, sucesor espiritual de los Castlevania de exploración que en su momento cosecharon considerable éxito entre el público especializado. Este juego tardó algo más de 4 años en lanzarse al mercado, pero en este periodo de espera Inti Creates lanzó Bloodstained: Curse of the Moon, un aperitivo en forma de juego con aspecto y jugabilidad 8 bits ambientado en el mundo del Bloodstained principal.

El protagonista de este juego es Zangetsu, un guerrero que ha jurado acabar con todos los demonios sobre la faz de la tierra después de que estos hicieran caer una maldición sobre él. Zangetsu es un personaje que aparece en Ritual of the Night y a lo largo del juego se encontrará con otros personajes del Bloodstained principal, como Miriam, Alfred o Gebel. Inicialmente se mostrarán hostiles ya que son nada más y nada menos que los jefes de las primeras pantallas, pero Zangetsu podrá unir fuerzas con ellos después de vencerlos. De alguna manera los sucesos e interacciones entre estos personajes no encajan con lo visto en Ritual of Night, así que habrá que pensar que los Curse of the Moon se desarrollan en un universo alternativo.


Mientras que Ritual of the Night buscó asemejarse a los Castlevania de exploración, Curse of the Moon tiene su inspiración en la acción más directa de los juegos de la saga en 8-bits como el Castlevania original o Castlevania III: Dracula's Curse. De esta manera contamos con una buena cantidad de niveles en donde los enfrentamientos contra abundantes enemigos se mezclan con algo de plataformeo. 

Los personajes que podemos llevar son bastante distintos entre sí. Mientras que Zangetsu es el guerrero estándar, Miriam cuenta con un mayor alcance y capacidad de salto. Alfred, por su parte es un mago que suple su incapacidad en el combate cuerpo a cuerpo con útiles hechizos. Por último, Gebel puede transformarse en murciélago y volar. Una vez que tenemos a los personajes en el equipo podemos cambiar entre uno y otro en cualquier momento y servirnos de sus particularidades para avanzar con más facilidad o llegar a lugares inaccesibles para el resto. De esta manera podemos encontrar vidas extra o incluso mejoras de vida, magia, ataque y defensa.

“Curse of the Moon” no aparece solo en el título del juego, también es el nombre de una opción dentro del mismo que nos permite deshacer nuestro progreso para volver a niveles anteriores, conservando todo lo que hubiésemos conseguido antes del nivel al que decidamos volver. Es la mejor manera de seguir buscando las mejoras que se nos han pasado por alto. De hecho, el selector de niveles de esta opción nos muestra las mejoras que hemos conseguido y las que nos hemos dejado. Muy conveniente.

Al final de cada nivel nos esperan jefazos que como no, buscarán ponernos las cosas un poquito difíciles. Pero bueno, nada que no se pueda superar aprendiéndonos sus patrones de ataque. Vamos, lo típico. Algunos de ellos cuentan con una característica muy especial. Y es que, cuando acabamos con su vida realizan un ataque final que si bien no nos puede matar, si lo esquivamos nos dará una vida extra. Es decir, un chollazo para los más habilidosos.


Lo que creo que hace especial a este juego y en donde reside gran parte de su encanto son las posibilidades que nos brinda a la hora de afrontar la partida. Podemos decidir que Zangetsu viaje acompañado del resto de sus compañeros o abandonarlos para acometer una aventura en solitario. Incluso podemos acabar con los otros personajes para que Zangetsu absorba sus poderes y se convierta en un protagonista mucho más capaz. Todas las opciones son posibles y aportan rejugabilidad al título. Incluso hay finales distintos dependiendo del tipo de grupo con el que acabemos el juego, además de otras sorpresas.

Si bien en Curse of the Moon podemos encontrar algo de la mala leche tan característica de los juegos 8-bits, no es un juego especialmente difícil, aunque como suele ser natural su dificultad va aumentando a medida que se suceden los niveles. Además, hay que destacar que aunque muramos, no perdemos vidas mientras nos queden personajes vivos en el grupo y se nos permite reintentar desde el checkpoint. Aún más, al llegar a un nivel nuevo los personajes muertos vuelven a la vida. Obviamente será más difícil acabar con un boss si únicamente nos queda vivo el pobre Alfred en vez del grupo al completo, pero tener la opción de intentarlo no está mal.

Concluyendo, Bloodstained: Curse of the Moon es un juego divertidísimo, muy rejugable y especialmente recomendado para gente que busque una experiencia cercana a los Castlevania de NES o seguir adentrándose en el universo Bloodstained. Tampoco está nada mal como primer acercamiento a Bloodstained, de hecho ese fue mi caso.

Un par de años más tarde del lanzamiento de Curse of the Moon vio la luz su secuela, que cuenta con bastantes cambios con respecto al primero, como nuevos personajes o una dificultad bastante más elevada. Pero bueno esto ya lo dejamos para otra ocasión si eso.

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